No ser capaz de anticipar 5 años vista creo que es un síntoma de la velocidad que lleva la sociedad actual. Quizás no sea un buen síntoma porque indica que no controlamos muy bien lo que ocurre, nos dejamos llevar o bien, vamos a la deriva.

 

No tengo claro cómo anticipar una predicción del sector sin entender el contexto y la sociedad en la que vivimos. Lo que sí tengo claro es que la velocidad autoimpuesta genera una incertidumbre 🤯 que no somos capaces de asimilar y que va a ser necesario un replanteamiento educativo que permita a la sociedad, sobre todo a los más jóvenes, aprender a tomar distancia prudente de la tecnología y quizás ser menos emocionales y mucho más reflexivos. Ese replanteamiento debe partir de nosotros, individualizarse antes de hacerse colectivo.

 

💡”Hay que tomar distancia prudente de la tecnología y quizás ser menos emocionales y mucho más reflexivos”

 

El “sector” en el que nos movemos en DruID tiene que ver con la relación que tratan de establecer las empresas con sus clientes, pero esto implica muchísimos planos y disciplinas, tanto técnicas, como puramente humanas. Es un ámbito híbrido, como lo es el mundo que nos ha tocado disfrutar y que incluye tecnología, seguridad, ciencia de datos aplicada al marketing de relación y un poco de psicología también, por esto está tan intrínsecamente ligado a las personas y a la sociedad y depende mucho del contexto.

 

Parece ingenuo pensar que se puede llegar a conocer realmente a una persona por una serie de datos recopilados o cedidos, pero debemos ser conscientes de que el análisis de muchos perfiles dicta tendencias claras que pueden ser aprovechadas de forma muy positiva (o negativa) por las empresas. Sin duda  las inversiones destinadas a conocer y entender con detalle la actividad y el comportamiento de los usuarios en todos los canales y en tiempo real, así como las enfocadas a optimizar la automatización de los impactos dirigidos y personalizados para estos (espoleados además por  la #IA), van a seguir creciendo muchísimo en los próximos años.

 

Sin embargo, debemos considerar que la misma información, en malas manos, puede causar daños serios, profundos y de largo recorrido. En la última década se ha creado la receta perfecta, el caldo de cultivo ideal para ser influido y permeable a cualquier tipo de impacto dirigido hacia un fin. Esta capacidad de influir afecta especialmente, aunque no exclusivamente, a los jóvenes y por este motivo debemos ser más que nunca conscientes de la situación. Por primera vez confluyen 4 elementos tecnológicos y sociales que escalan y energizan exponencialmente la capacidad de influir en las personas:

 

  1. 💨 volatilidad en el consumo masivo de información
  2. 🏎️ velocidad autoimpuesta y descontrolada, que evita la pausa que requiere pensamiento crítico
  3. 🤖 sofisticación tecnológica impulsada por la IA en las comunicaciones que recibimos, siendo estas más persuasivas, hipersegmentadas y personalizadas
  4. 😇 sociedad hiperindividualista, donde la hipersegmentación es la guinda del pastel, es un “must” y es recibida entre aplausos
Pedro Parellada CEO de DruID

Seamos conscientes. Parece que fue ayer, pero fue en 2016 cuando Cambridge Analytica recopiló datos de más de 80 millones de personas para crear perfiles psicográficos detallados de los votantes y dirigir contenido político personalizado durante la campaña de Donald Trump y también en el referéndum del Brexit en Reino Unido. Da que pensar teniendo en cuenta que en 2016 no sabías lo que hoy crees que sabes de la IA.

 

Otro ejemplo paradigmático que afecta directamente a la población joven es la aplicación TikTok. Esta plataforma recopila información excesiva, como puede ser la ubicación, las aplicaciones instaladas en el dispositivo, datos del sistema operativo, contactos…, se extralimita sin tapujos con la única finalidad de alimentar su inteligencia artificial para que esta genere adicción a través de una hiperpersonalización del contenido mostrado. Esta hiperpersonalización aumenta el tiempo de uso de la app, que, unida a la hipersegmentación, hace que la monetización por ingresos publicitarios se dispare creando una ventaja competitiva enorme que vuelve a alimentar la rueda.

 

En mi opinión la transparencia de las marcas, el respeto por su identidad, su autenticidad 💖, su misión, sus valores y sus buenas prácticas va a ser clave para marcar la diferencia y separar el grano de la paja. Lo que no pueda parar la regulación que sin duda, aunque no guste, debe existir, lo acabarán haciendo los propios usuarios o IAs entrenadas para garantizar sus derechos, como postulan de forma análoga ciertos gurús tecnológicos indicando cómo la propia IA será la que solucione el aceleramiento del cambio climático producido por su propia demanda energética. Esperemos que así sea…

 

🤖⚔️ “Lo que no pueda parar la regulación lo acabarán parando los usuarios o IAs entrenadas para garantizar sus derechos” 🤖⚔️

Por otro lado, la protección de la identidad del usuario, ciudadano y consumidor mediante leyes más restrictivas y tecnologías descentralizadas va a continuar su cruzada en pos de su derecho legítimo a gestionar sus datos y mantener su intimidad. Lo que no tengo tan claro es que, la propia sociedad que demanda intimidad, mientras comparte su vida en Instagram y TikTok, esté dispuesta a aceptar la responsabilidad del control de su identidad digital (e incluso física 🙂), que es lo que se pretende con el modelo de Identidad Digital Soberana o Self-Sovereign Identity (SSI).

 

Existirá entonces un proceso de transición (que ya ha comenzado) y que desemboca en la imposición final y la imposición no me gusta, como tampoco gusta a las grandes multinacionales que viven y han vivido de los datos de sus usuarios y que, en estos mismos instantes libran una batalla a muerte, con inversiones multimillonarias y en una carrera frenética por el dominio de la inteligencia artificial generativa. Ya vieron las orejas al lobo con el movimiento de la desaparición de las cookies de terceros, pero esta vez no les van a pillar a contrapié.

 

La imposición llegará pero tendrá que penetrar no solamente en los procesos burocráticos esenciales y connaturales a una democracia moderna (pago de impuestos, votaciones, renovación de permisos, identificación de estudiante, acceso al historial médico, a edificios, asistencia a eventos, alquiler de vehículos, fast check-in, presentación de CV…) también para cualquier compra online, para leer un artículo (generado encima por IA) o para acceder a contenido para adultos, solo entonces será totalmente masiva y aceptada. Esto, hasta la fecha, solo se ha visto en otro tipo de sociedades, culturas y aunque me pese decirlo, regímenes políticos.

 

💀“La imposición llegará pero tendrá que penetrar no solamente en los procesos burocráticos esenciales y connaturales a una democracia moderna” 💀

Pongamos por favor este tema encima de la mesa en nuestra siguiente comida con amigos. Preguntemos quién quiere estar identificado y se fía totalmente de que el sistema no se corrompa, se espíe o se filtre y se descubran nuestras vergüencitas. Les hablaremos entonces de Blockchain, de identidad verificada y descentralizada, de su seguridad desde el diseño y de sus beneficios. Tendremos que educarlos y educarnos en estos asuntos. Les contaremos que la UX será de 10, pero tendremos suerte si su confianza en la solución sube hasta un 6, considerando el historial de escándalos por fuga de datos que han llegado a sus oídos y que, todavía, no pueden poner una denuncia online o cambiar el empadronamiento desde su navegador habitual porque falla absolutamente todo 🚧 

 

Mi reflexión me lleva casi siempre al mismo punto. Enfocamos mal. No se trata de educar a las personas en las tecnologías o de imponerlas, se trata de proporcionar herramientas y alternativas para no ser tan dependientes de estas, para que se conviertan, quizás, en mejores personas y ciudadanos, para que sean más reflexivos e intenten mejorar individualmente conformando los cimientos de una sociedad más madura. El siguiente tema de reciente actualidad me viene al pelo para explicarme.

 

Hace unas semanas, a raíz de un tristísimo asunto de violencia que ha generado reacciones de todo tipo en redes sociales, escuchaba a Miguel Ángel Aguilar, fiscal de sala de la unidad de delitos de odio, comentar que sería “proporcional” prohibir el acceso a las redes a las personas que precisamente inducen al odio dentro de estas redes. Correcto, me parece correcto, pero eso implica verificar a todos los millones de usuarios de las redes y controlar el contenido publicado, por no hablar del trabajo del fiscal para recopilar, analizar y presentar al juez las pruebas necesarias. 

 

Creo que invertiremos mucho mejor nuestros recursos si hacemos un poco de autocrítica, aprendemos a tener pausa, reflexionar más, y, desde esa reflexión personal dedicamos esfuerzos en exigir un sistema educativo de mayor calidad, no centrado en la fiesta de Halloween o en el viaje de esquí, replanteando contenidos alternativos necesarios como el agua de lluvia, que formen personas a largo plazo y no “trolls” 👹 que tengamos que tener fichados para que no rebuznen o que “simplemente”, eviten casos de niños dañados de forma severa por el uso adictivo de aplicativos y contenidos diseñados de forma indecente.

 

“No se trata de educar a las personas en las tecnologías, se trata de proporcionar herramientas para no ser tan dependientes de estas”

 

Pedro Parellada Olarte

CEO de DruID 🧙🏻‍♂️🧝‍♀️

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